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Las relaciones de pareja pueden ser maravillosas, pero muchas veces nos encontramos saboteándolas sin darnos cuenta, de forma inconsciente nos dejamos llevar por viejos patrones que ya no nos sirven y además joden nuestra relación.
Ya sea por pensamientos negativos, falta de propósito o simplemente no actuar, terminamos atrapados en un ciclo que nos impide alcanzar una relación extraordinaria.
En este artículo, te voy a mostrar cinco razones por las que sigues autosaboteando tu vida amorosa, y más importante aún, cómo puedes romper esos patrones para construir una relación que realmente valga la pena.
¡¡Comencemos!!
Hoy te voy a contar cuáles son, según yo, las razones por las que la mayoría de la gente fracasa en su camino hacia una relación de pareja extraordinaria.
Son 5.
Ni 1 ni 25.
5 (qué daño a hecho Isra Bravo en esto de escribir emails jajajaja)
Te las explico brevemente:
Para tener una relación donde ambos digáis “que le den al drama”, tu mente tiene que estar libre de pensamientos tóxicos:
celos sin razón,
inseguridades,
dependencia emocional,
y la idea de que “los hombres/mujeres son todos iguales”.
Si no consigues que tu cerebro esté cien por cien alineado con la mentalidad de una relación sana y auténtica, antes o después te surgirán dudas y te harás preguntas como:
“¿No será mejor estar solo/a?”
“¿Debería conformarme con menos?”
“¿Qué tal si pruebo con mi ex otra vez?”
Esto es un error fatal.
La falta de una mentalidad de que tú y tu pareja son el equipo definitivo hará que te autosabotees, y volverás a la senda de las relaciones mediocres.
Una persona sin propósito en una relación es una persona perdida.
Sin chispa.
Apagada.
Necesitas algo que te motive a seguir creciendo como pareja.
Algunos luchan por ser el equipo perfecto,
otros por construir una familia,
y algunos solo quieren comerse el mundo juntos.
¿Tu propósito?
Da igual si es tener hijos,
viajar por el mundo sin ataduras,
o simplemente demostrar que el amor verdadero existe.
Lo que no puedes es estar ahí por estar.
Si no defines bien tu propósito como pareja, las cosas se irán enfriando, y cuando lleguen los momentos duros, no tendrás nada que te impulse a luchar por esa relación.
Conozco gente que se pasa el día soñando con relaciones perfectas, con cenas románticas, viajes juntos, y el “vivieron felices para siempre”. (Yo era una de esas)
Pero luego, en la vida real… nada.
No dicen lo que sienten,
no hacen nada especial por la otra persona,
no ponen esfuerzo.
Es ridículo.
Pensar, soñar, imaginar… no sirve de nada si no pasas a la acción.
Deja de darle vueltas a tus dudas,
tus miedos,
los “y si…”,
y el maldito miedo al compromiso.
Haz cosas o tu relación no va a despegar nunca. Y hazlas ya.
Para que una relación sea fuerte, tiene que basarse en principios sólidos.
Si los cimientos de tu relación no son consistentes, quizás te permita tener algunos momentos buenos, pero a largo plazo solo te traerá dramas y peleas sin sentido.
¿Y cuáles son las bases de una relación extraordinaria?
Si tu relación carece de estos pilares, estás construyendo sobre arena.
Que no te engañen, mantener una relación extraordinaria es un reto constante.
Vas a ir contra la corriente de lo que te dicen tus amigos solteros, tu familia, los memes de redes sociales sobre “mandar todo a la mierda”, y lo que te vende Hollywood como “amor”.
Y eso es duro. Muy duro.
Para mantener una relación que desafía lo común vas a necesitar disciplina y dedicación.
Disciplina para ser fiel a tus principios, para poner de tu parte en los malos momentos, y para no tirar la toalla cuando las cosas se pongan difíciles.
¿Tienes lo necesario?
Las relaciones son un espejo de nosotros mismos, reflejando nuestros miedos, nuestras inseguridades y también nuestras fortalezas.
El cambio no viene de esperar que las cosas mejoren solas, sino de asumir el control.
Identifica esas razones que te frenan, cambia la mentalidad y actúa con determinación.
Al final, construir una relación extraordinaria requiere esfuerzo, propósito y disciplina.
Y la recompensa… es una conexión que realmente vale el esfuerzo.
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